La experiencia de compra con este piano ha sido muy decepcionante. El instrumento presentó una avería grave en el sistema interno que provocaba que, tras encenderlo y tocar apenas unos minutos, el sonido desapareciera por completo.
Lo llevé al servicio técnico oficial de Yamaha en Tarragona y aquello resultó ser una auténtica pesadilla. Se quedaron el piano casi tres meses y, cuando por fin me lo devolvieron supuestamente reparado, el problema reapareció a los pocos días.
Al informar de que la avería seguía presente, me dijeron que no lo llevara todavía, que primero hablarían con Yamaha y ya me avisarían. Mientras tanto, el piano sigue en mi casa convertido en un simple adorno, totalmente inutilizable.
Quiero dejar claro que el sonido en sí no es malo, pero mi valoración es tan baja por la pésima fiabilidad del instrumento y la ineficacia del servicio técnico. Sinceramente, no me esperaba esto de Yamaha, una marca que siempre ha sido un referente para mí, pero después de esta experiencia tendré muy en cuenta otras opciones en el futuro.